Proyectos.

Ayer les hablé de Noctalia, mi primera novela. Es la que me han publicado (no lo he intentado con más) pero no es la única que guardo en el cajón. A finales de año terminé mi segundo proyecto, Ciudad de Piedra. Por supuesto, nada tienen que ver una y otra. Esta segunda historia mezcla a partes iguales aventuras, acción, misterio e intriga. Hay varios giros de guión y un objetivo de fondo que los personajes van buscando a lo largo de la obra y en el que, al final, confluyen todos los caminos.


Es una novela ligera, lo admito, de las que tratan de entretener y divertir; también sorprender. Mi particular homenaje a esas novelas de piratas (hay piratas, sí) que tanto me gustan: La isla del tesoro, En costas extrañas... y al genial Julio Verne. Ahora mismo está nadando en busca de un agente editorial o editor. Ya os diré si lo encuentra. Para abrir boca, os dejo los tres primeros capítulos:


Ciudad de piedra


Actualmente estoy inmerso en la escritura de mi tercera obra. Todavía está naciendo, van escritas unas diez mil palabras, pero me hace mucha ilusión escribirla. No quiero desvelar muchos detalles, y sólo puedo decir que su temática es mucho más adulta, desgarradora. La inspiración me vino en la lectura de Los miserables, así que suficiente he dicho ya. Un breve fragmento:


"Entramos en el último peldaño de la década de los cuarenta sin los vítores, alegrías e ilusiones que suelen acompañar a una efeméride similar. Nuestro único propósito de año nuevo fue sobrevivir. En aquella prisión para miserables, donde nuestras carceleras únicamente respondían ante un Dios todopoderoso pero ausente, cada minuto, cada bocanada de aire viciado que atravesaba nuestros conductos respiratorios en busca de los pulmones era un pequeño triunfo. Si uno sueña con las estrellas, la dureza del suelo será suficiente para hundirlo y anclarlo a la existencia terrenal para siempre. Tal vez los poetas, de los que tantas veces había oído hablar a Pere, no eran sino soñadores desengañados. No podía saberlo, pero empezaba a sospecharlo. Puede que algún día lograra conocer a uno y preguntárselo. Sin embargo, muchos no nos atrevemos ni tan siquiera a soñar con el vasto universo y nos conformamos con el hosco y turbado mundo que se esconde tras los muros de piedra de un orfelinato, tras los cuales la realidad se transforma en un hermoso regalo por abrir".

Un cordial saludo.